POESÍA ENTRE "ÉSTA" Y "LA OTRA ORILLA"
VILLAFRANCA ETERNA Y SOÑADORA
(Dedicado a Antonia Burgos, musa entrañable de mi pobre inspiración)
Aquí tienes mis versos, Antoñita:
en esa inmensa placidez bendita
donde el "estar" es Paz y amores tensos
y tu ciencia es usar tu diligencia
para aguantar con plácida impaciencia
la inefable llegada de mis versos...
C.V.A.
En cada una de estas calles
está vivo tu recuerdo...
Por cada esquina que paso
pienso que piso tus besos.
El "tic-tac" de los relojes
son voces que en el desierto
disputan porfiadamente
su carrera loca al Tiempo.
Villafranca es la metáfora
de un madrigal circunspecto
que fue sorpresa y sonrisa
para las mozas del pueblo.
Marineritos (tú y yo)
que rumbo a remotos puertos
nuestras almas naufragaron
en singladuras de ensueños.
Y es que Villafranca está hecha
para el romance secreto,
para las rimas bucólicas,
y... charlas de lavaderos...
Y hasta es fácil que ese río
que acuna y vela sus sueños
añore viejas hazañas
de héroes y aventureros...
(¡El Guadalquivir aún llora
a un gitanillo moreno
que a los "tres golpes de sangre"
se inmortalizó en los ritmos
de un poema lorqueño!)
Villafranca, con su aroma
a zarzamora y romero,
se me ha aferrado al alma
con la fuerza de lo eterno.
Y ahora va a ser ¡para siempre!
novia de ambiguos cortejos
para mis noches de insomnios,
para el fluir de mis versos...
Y hasta en esas madrugadas
(cuando el gallo nos alerta
con su "kikirikí" terco,
y en los cielos resplandece
el oro de los luceros)
sabemos que Villafranca
se va por mares inciertos,
y hasta "ese mundo" te lleva
¡la ternura de mis versos!
Mi querida Jana: Nunca me cansaré de decirte que me encantan los poemas de tu padre porque tienen una enorme calidad.
ResponderEliminarHoy que he escrito a la memoria de mi padre en mi blog, me hace pensar que pueden estar allá arriba los dos hablándose de poesías o de que sus hijas se han conocido.
Te envío todo mi cariño.
Malena
Querida Malena: yo siempre creo también que, cuando llegamos arriba, después de la alegría de reunirnos con los seres más allegados, podremos buscar a los que hemos admirado aquí en la Tierra, conocer a nuestros afines, mantener tertulias inacabables, deliciosas, sin la presión del tiempo ni las obligaciones... Y también creo -cada vez más- que velan en lo posible por nosotros. Ojalá sea como lo creemos, tal vez estén charlando ahora, mirando nuestros blogs, y diciendo: ¡hay qué ver, qué inventos!
ResponderEliminarMiles de besos, Malenita.