Cristóbal Vega Álvarez nació poeta y murió poeta. Yo, Jana la de la niebla (Ana Vega Burgos en el mundo real), su hija, siento que lo más íntimo que puedo hacer por él, para darle una alegría donde quiera que esté, es ir poniendo en este blog, poco a poco, los incontables poemas que fueron el sentido y la justificación de su vida, lo que le hizo vivir hasta los noventa y cuatro años con el alma llena de ilusiones.
Escribir era el estímulo que le impulsaba, la campana que repicaba sobre su corazón para hacerlo latir. Escribir lo salvó de la locura de más de veinte años en prisión, de la desesperanza de perder a su amada, mi madre, Antonia Burgos Béjar, "la escritora campesina" de Villafranca de Córdoba. También hablaré de ella en estas páginas e insertaré algunos escritos suyos; en fin, mi intención es que vuele en estas ondas su recuerdo hasta el fin de los tiempos, hasta que todos volvamos a encontrarnos, como ellos decían, tras la orilla infinita.

jueves, 9 de junio de 2011


PLUMA Y LIRA

Acabo de romper mi pluma.
Acabo de romper mi lira.
Estoy cansado... ¡tan cansado
de estupideces y mentiras
que el mundo entero se me viene
con toda su crueldad encima!

Quiero que callen para siempre
las voces de mis viejos días.
Esas voces que nadie escucha,
porque en las conciencias vacías
sólo se repiten los ecos
de la ruindad y la perfidia.

¡Calle para siempre mi voz!
¡Que callen mi pluma y mi lira!
Esos mensajes que yo quise
saturar de emociones íntimas
y que nunca encontraron eco
entre las conciencias vacías...


4 comentarios:

  1. Mi querida Jana: Afortunadamente para nosotros que fue un arrebato, una dura crítica contra la falsedad pero retomó su pluma y las musas le siguieron acompañando.

    Sabes que me encanta pasar por aquí a relajarme.

    Brisas y besos.

    Malena

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  2. Querida Malena, sí, esos arrebatos que todos los que escribimos tenemos, pero después nos lamemos las heridas, recomponemos la pluma y... ¡otra ilusión!
    Besos, preciosa.

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  3. Versos que tienen la misma vigencia que cuando se escribieron, que encierran una reflexión que nos sirve también en nuestros días.

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  4. ¿Verdad, Pitt? Como dice Malena, menos mal que sólo fue un arrebato, pero lo comprendo perfectamente. A veces dan ganas de mandarlo todo a paseo y, como Homer, reimplantarse el lápiz de la inconsciencia. Qué envidia.
    Besitos.

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