CANSANCIO
Deja que apoye mi frente
sobre el alcor de tu pecho...
¡Los días se hicieron grandes!
Las horas clavan sus remos
sobre las aguas inmóviles
de un mar sin rutas ni puertos.
¡Mi barco no avanza! Lucha
entre los riscos de un sueño
con sus brújulas perdidas
y los mástiles deshechos.
¡Deja que apoye mi frente
sobre el alcor de tu pecho,
que llevo en mi alma el cansancio
de cien caminos sin puertos!
¡Se hicieron grandes los días!
Por el azul de los cielos
buscando playas remotas
va la nave de mis sueños.
¡Deja que apoye mi frente
sobre el alcor de tu pecho!
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