Cristóbal Vega Álvarez nació poeta y murió poeta. Yo, Jana la de la niebla (Ana Vega Burgos en el mundo real), su hija, siento que lo más íntimo que puedo hacer por él, para darle una alegría donde quiera que esté, es ir poniendo en este blog, poco a poco, los incontables poemas que fueron el sentido y la justificación de su vida, lo que le hizo vivir hasta los noventa y cuatro años con el alma llena de ilusiones.
Escribir era el estímulo que le impulsaba, la campana que repicaba sobre su corazón para hacerlo latir. Escribir lo salvó de la locura de más de veinte años en prisión, de la desesperanza de perder a su amada, mi madre, Antonia Burgos Béjar, "la escritora campesina" de Villafranca de Córdoba. También hablaré de ella en estas páginas e insertaré algunos escritos suyos; en fin, mi intención es que vuele en estas ondas su recuerdo hasta el fin de los tiempos, hasta que todos volvamos a encontrarnos, como ellos decían, tras la orilla infinita.

domingo, 29 de mayo de 2011

ANDALUCÍA


CIUDAD DE LEYENDA
MÁLAGA

¡Málaga! ¡Cuántas bellezas en tu nombre sugestivo!
¡Cuántas historias dormidas bajo el azul plateado
de tus noches, con temblores de estrellas que se dan cita
en la cumbre de tus montes y el espejo de tus lagos!

¡Andalucía...! ¡Ciudad malagueña! Son tus flores
las mixturas milagrosas de un mar y un cielo azulado
hecho de exóticas sendas de aventuras impertérritas
y suaves reminiscencias de mil heroísmos extraños...

¡Rosas blancas de tus parques...! ¡Nubes de luz! ¡Cielo brujo...!
Mujeres con almas zíngaras y fuego en los ojos garzos
que van sembrando quimeras -¡bellas locuras de amor!-
y apartando corazones que se rinden a su paso...

Y es que la historia inconcreta de Málaga ha sido escrita
con gracia, con sangre brava y con romances gitanos...
¡Quién pudiera ver anclada la nave de una esperanza
en la orilla seductora de su mar Mediterráneo...!


No hay comentarios:

Publicar un comentario