Cristóbal Vega Álvarez nació poeta y murió poeta. Yo, Jana la de la niebla (Ana Vega Burgos en el mundo real), su hija, siento que lo más íntimo que puedo hacer por él, para darle una alegría donde quiera que esté, es ir poniendo en este blog, poco a poco, los incontables poemas que fueron el sentido y la justificación de su vida, lo que le hizo vivir hasta los noventa y cuatro años con el alma llena de ilusiones.
Escribir era el estímulo que le impulsaba, la campana que repicaba sobre su corazón para hacerlo latir. Escribir lo salvó de la locura de más de veinte años en prisión, de la desesperanza de perder a su amada, mi madre, Antonia Burgos Béjar, "la escritora campesina" de Villafranca de Córdoba. También hablaré de ella en estas páginas e insertaré algunos escritos suyos; en fin, mi intención es que vuele en estas ondas su recuerdo hasta el fin de los tiempos, hasta que todos volvamos a encontrarnos, como ellos decían, tras la orilla infinita.

sábado, 28 de mayo de 2011

ANDALUCÍA


EL SUEÑO DE LA MEZQUITA
CÓRDOBA

Córdoba...  La princesa ingenua y caprichosa
dormida en el silencio de una noche de abril
soñó una historia bella: "un paraíso gentil
bordado en seda y oro... una leyenda hermosa...

Un príncipe rendido en la lid amorosa
que juzga sus caprichos como cosa sutil
y un palacio de mármol, esculpido a buril,
en el magno artificio de su alma misteriosa..."

Abderramán -el príncipe del ensueño profundo-
dijo: -¡Haremos un templo que ha de asombrar al mundo!
E ingenio y fantasía en confusión ingente,

mezclando arte y riqueza con un afán prolijo
a la princesa ingenua y caprichosa dijo:
-¡Ahí tienes La Mezquita! ¡La Meca de Occidente!



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