EL VIEJO NIDO
(A mi hijita, en su ausencia)
Ya te fuiste, y se fue todo.
Y se hicieron los silencios
muy altos y muy crecidos
por dialogar con los cielos.
La casa quedó vacía
y ocupado el pensamiento;
en nuestra alma, tu imagen,
y el corazón en suspenso.
El avecilla se fue
del viejo nido al alero
forjando a golpe de ensueños
con qué hacer un nido nuevo...
¡Ay, que el viento no sea brusco!
¡Ay, que el viento le sea bueno!
Que el avecilla es muy tierna
y los caminos, inciertos...
Que ya no tiene a su lado
al halcón de vuelo recio
que amparaba con amor
sus aventuras y miedos...
Y el viejo nido quedó vacío.
Habitado por recuerdos...
Transitado de ilusiones
y de voces que se fueron...
Ahora está la pareja
atónita en su complejo:
¡con la vista en el pasado
de aquel reír decidero...!
Antonia Burgos Béjar
Mi querida Jana: Es bellísima y llena de ternura. La amargura y el orgullo-alegría de ver que su jilguero es capaz de volar sin ayuda. ¡Cómo lo entiendo!
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Ay, Malena, también yo lo entiendo, mi niña que sólo tiene 19 años ya vuela sola, si vieras cuánto la añoro, aunque hablamos todos los días largo rato, pero cuando, como ayer, viene, se ilumina el mundo entero para mí, puedo reír con el corazón.
ResponderEliminarMil besos, Malena.