NIÑOS DE AZABACHE
Canciones de luna y fragua.
Por el olivar cantando
van los niños de azabache
del Romancero Gitano.
¡Qué pena la pena aquella
que va prendida en los labios!
Pena de noches pajizas
y delirios fracasados...
De madrugadas remotas.
De viejos cauces callados.
¡Pena de bronce y de ensueño
de los romances gitanos!
Van los niños de azabache
por el olivar cantando.
-Ay, ¿dónde están, Federico,
las espadas de tus nardos?
¿Y aquellas niñas amargas
con mantoncitos bordados
que hacían, de corazones,
collares y anillos blancos?
¡Ay! ¿Dónde está, Federico
aquel polisón de nardos
con que la luna lunera
disfrazó su amor humano...?
¿Y tus gitanos de cobre,
tu montura y tu caballo,
y las amapolas rotas
de tus dos labios callados...?
-¡Ay...! ¿Dónde están, Federico?
Por el olivar cantando
van los niños de azabache
de tus romances gitanos...
Me ha encantado, es un gran poema en homenaje a uno de los más grandes...Qué pronto nos lo arrebataron!!!, sabe Dios lo que hubiese llegado a producir su pluma.
ResponderEliminarAbrazos Jana.
Creo que murió a los 33 años, como Bécquer, como Cristo. Extraña coincidencia.
ResponderEliminarAbrazos, ácrata.