Cristóbal Vega Álvarez nació poeta y murió poeta. Yo, Jana la de la niebla (Ana Vega Burgos en el mundo real), su hija, siento que lo más íntimo que puedo hacer por él, para darle una alegría donde quiera que esté, es ir poniendo en este blog, poco a poco, los incontables poemas que fueron el sentido y la justificación de su vida, lo que le hizo vivir hasta los noventa y cuatro años con el alma llena de ilusiones.
Escribir era el estímulo que le impulsaba, la campana que repicaba sobre su corazón para hacerlo latir. Escribir lo salvó de la locura de más de veinte años en prisión, de la desesperanza de perder a su amada, mi madre, Antonia Burgos Béjar, "la escritora campesina" de Villafranca de Córdoba. También hablaré de ella en estas páginas e insertaré algunos escritos suyos; en fin, mi intención es que vuele en estas ondas su recuerdo hasta el fin de los tiempos, hasta que todos volvamos a encontrarnos, como ellos decían, tras la orilla infinita.

jueves, 3 de enero de 2013


¿QUÉ LE DICE...

al Año Nuevo que empieza
el viejo año que se va?:
-No sé en qué razón está
la razón de tu majeza.
¿Que es riqueza la belleza
y la juventud? De acuerdo.
Mas yo -que en el fin me pierdo
de un tiempo en la lontananza-
sé que ayer fui... la esperanza.
Y que hoy soy...
                                    ¡el recuerdo!

    Después de un año largo sin escribir en este blog, hoy lo hago, con dos días de retraso, para poner esta décima que mi padre compuso hace muchísimos años y que cada Año Nuevo me viene a la cabeza todo el día, como una canción pegadiza.
    No es uno de sus poemas optimistas, ya lo sé, pero es muy suyo, y lo repetía él con especial cariño cuando venía al caso... una vez al año.
   Para todos los que paséis por aquí: ¡Feliz Año Nuevo! y el consuelo de que, si el 2013 no se porta todo lo bien que debería, mañana será también solo el recuerdo, y tendremos, de nuevo, la esperanza de que el próximo sea mejor.
  Y seguro, seguro que lo será.



5 comentarios:

  1. El Año Viejo... la persona madura, ¿acaso no es lo mismo?, puede que no hallamos alcanzado lo que anhelábamos con esperanza, pero sin duda sí que seremos recuerdos y viviremos en ellos, en los de nuestros seres amados... ¡es la vida!
    Un felicísimo Año Nuevo para tí y los que te rodean con cariño.
    Besos apretaos

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  2. Pues no lo había mirado desde ese punto de vista, Pelayo, pero sí, tienes razón.Es extraño asimilar que al final todos seremos solo un recuerdo, y tendremos que trabajar para que ese recuerdo sea bueno, hermoso, y deje buen sabor de boca.
    Felicísimo también para ti y los tuyos, Pelayo.
    Besos apretaos.

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  3. Ains, para Año Nuevo me perdí esto. ¿Cómo? No lo sé. Pero supongo que como he estado un poco despegada de blogger y algo habrá hecho con las actualizaciones... yo no lo viera. Pero lo veo ahora.

    Y de verdad te digo con la mano en el corazón, que cada día que pasa...Más admiro al hombre que contribuyó a que tú estés viva.
    Es decir; Tú padre.

    Feliz Año Nuevo para él también. Esté donde esté que lo más seguro es que sea cerca de sus seres más queridos para poder cuidarlos bien.

    Besos Muy Grandes.

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  4. Dawa, yo tampoco he visto este comentario tuyo hasta hoy... qué raro. Hoy es su cumpleaños (o era). Y lo que también se me hace muy, muy raro, es que me pusiste ese comentario el 21 de enero, el día en que hizo dieciséis años que se nos fue mi madre.
    Cosas raras que nos pasan a ti y a mí...
    Te quiero mucho, pequeña, aunque seguramente ya no leas nunca este comentario, contestado con dos meses y medio de retraso.

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  5. De pura casualidad me encontré con este precioso blog que me emocionó tremendamente. Pienso como serían esos dos señores, cual sería su bondad , para dejar un recuerdo tan maravilloso en esa hija. ¿qué bonito lo que cuentas?. que ser tan delicado y extraordinario para comentar esas vidas tan ejemplares y tan llenas de hermosos sentimientos. A veces uno se encuentra perlas en su camino...Un abrazo fuerte Rita Rego

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