UNA CORONA DE LÁGRIMAS
Para el poeta negro, Benjamín Moloise,
ejecutado en pleno "Siglo de las Luces")
Cuando muere un poeta
muere la esencia misma de la tierra.
Mueren un poco todas
las cosas: ¡muere el pan de la quimera!
No es simplemente un hombre lo que muere.
Es... ¡la ilusión y la esperanza eterna!
¡Cuando muere un poeta
están de luto el sol y las estrellas!
... ... ... ... ... ... ...
Se cumple la "justicia" de los bárbaros:
¡La horca...! ¡El pistoletazo...! ¡La violencia...!
¡Voz que quisieran para siempre ahogada
en los silencios de una sangre muerta!
Mas el trino -¡clavel de fuego en cánticos
de alondras mañaneras!-
retoña por los claros horizontes
con claridades nuevas.
Y las arpas que un día enmudecieron
en madrugadas con aullar de fieras...
(Lorca... tú, Benjamín... Miguel Hernández...)
surgen del corazón de las tinieblas.
¡Porque la voz de los poetas es
Voz inmortal y eterna!
¡Cuando un poeta muere
ha muerto la sal misma de la Tierra!
Jana, que delicia de poema. Y estoy de acuerdo con él: qué sería de nosotros sin poesía.
ResponderEliminarUn beso, preciosa:)
La poesía se reinventaría siempre, Lili, estoy segura, como la música. Gracias por pasarte, preciosa. Mil besitos.
ResponderEliminarPara mi cuando un poeta muere no muere realmente pues el espíritu de su poesía permanece con nosotros cada vez que leemos sus versos,cobra vida y nunca dejará de existir ,por mucho que que quieran acallarlo nunca morirá ,pero los que intentaron acallar su voz ,ya casi se nadie se acuerda de los nombres de ellos y el tiempo los puso en su lugar y a unos los hizo desaparecer para siempre y a otros que dieron parte de ellos mismos de su esencia vital siempre vivirán y transmitirán su mensaje para siempre.
ResponderEliminarEl don que tenía tú padre para decir eso con tanta delicadeza e incluso ternura me llegaría a afirmar...
ResponderEliminarNo hay palabras, te lo digo desde el corazón.
Sabes que yo como adoradora de mis poetas mencionados precisamente ahí arriba dos de ellos... No me queda más que decir por este poema que...
¡Olé!...
No me extraña que este hombre haya dejado tal legado...
¡Besos Enormes!.
Y si me lo aceptara dónde quiera que esté...Otro le daría al poeta de la paz.
Es un poema precioso Jana.
ResponderEliminarCreo que cuando un poeta muere, realmente no muere, pues las personas guardamos su recuerdo en el corazón, y cada vez que leemos sus poemas nos sigue llegando igual de hondo. Su recuerdo lo llevamos siempre durante nuestra vida.
Un fuerte abrazo Jana y disculpa que no haya pasado antes cielo, que entre el trabajo y la cantidad de blogs que sigo no alcanzo a todos.
Un fortísimo abrazo de todo corazón
Un poeta se ahoga en un charco, pero nadie es capaz de verlo, sufrirá toda su vida, más por su auxilio que por sus logros.
ResponderEliminarMe ha impresionado tanto el poema, tan bueno, que me quedo sin palabras.
ResponderEliminarSolo me quedo con esa inmortalidad de los poetas:
Lorcas, Hernández, Albertis, Juan Ramones...
Y tu padre, incluso.
Hermoso, Jana, sencillamente
Ana me encanta todo lo que escribes de tu padre, desde niño leía todos los libros le llegaban al mío, (Manuel Vega Álvarez).
ResponderEliminarMe gustaría poder escribirnos
JoseManuelVegaG@Yahoo.Es
Un poema intenso y maravilloso. Un verdadero himno a los poetas. Me ha emocionado. Un abrazo
ResponderEliminarHola Ana como se nota que has sacado el don de escribir de tu padre. Besos desde Uruguay, María
ResponderEliminarYa he entrado varias veces aquí, pero no para encontrar a tu padre, con todos los respewtos. ese te lo dejo a tí, que ya veo cómo lo tratas. A mi me interesa encontrarte a tí con la que puedo compartir muchas cosas. A través de tí si estoy dispuesto a encontrar, no sólo a tu padre, sino a su mundo y al mundo entero. Un beso de por aquí también
ResponderEliminarAntonio, ya ves que este blog lo tengo un poco dejado de la mano de Dios, acabo de fijarme en la última entrada y ¡hace un año! Sé que tengo que ponerme al trabajo YA, pero este otoño me está quebrantando un poco la moral, no puedo quejarme de falta de tiempo pero sí de ganas, estoy un poquillo deprimida, apática...
ResponderEliminarMe encanta que me busques para comentar, ya podías, tú también, contestar a los comentarios en tu blog, como hago yo, y así habría el doble de palabras.
De todas formas, estoy dispuesta a charlar cuantas veces quieras, a mí también me encanta hablar contigo.
Un beso.