Cristóbal Vega Álvarez nació poeta y murió poeta. Yo, Jana la de la niebla (Ana Vega Burgos en el mundo real), su hija, siento que lo más íntimo que puedo hacer por él, para darle una alegría donde quiera que esté, es ir poniendo en este blog, poco a poco, los incontables poemas que fueron el sentido y la justificación de su vida, lo que le hizo vivir hasta los noventa y cuatro años con el alma llena de ilusiones.
Escribir era el estímulo que le impulsaba, la campana que repicaba sobre su corazón para hacerlo latir. Escribir lo salvó de la locura de más de veinte años en prisión, de la desesperanza de perder a su amada, mi madre, Antonia Burgos Béjar, "la escritora campesina" de Villafranca de Córdoba. También hablaré de ella en estas páginas e insertaré algunos escritos suyos; en fin, mi intención es que vuele en estas ondas su recuerdo hasta el fin de los tiempos, hasta que todos volvamos a encontrarnos, como ellos decían, tras la orilla infinita.

domingo, 6 de enero de 2013


TRÍPTICO DE LOS REYES  MAGOS
POESÍA Y EMOCIÓN
DE LA ESPERA

I
EL ESCÉPTICO

Porque ya estás de vuelta de las cosas;
porque tu sueño está mecanizado;
porque nada te dice el mar rizado
ni el perfume hechicero de las rosas.

Porque a ti te resultan venturosas
las primicias del vicio y del pecado;
porque no queda en tu árbol deshojado
sitio para que aniden mariposas.

porque en tu corazón todo está muerto
-muerto el amor y muertos los halagos-,
y es tu pensar el cavilar incierto

del que discurre por caminos vagos.
¡Porque está fría tu alma y tu ojo yerto
no te vendrán a ver Los Reyes Magos...!


II
EL GOLFO

Porque solo conoces de la vida
los perfiles más tristes, sin ventura.
Porque en tus ojos llevas la amargura
de una infeliz historia incomprendida.

Porque eres árbol, luz desconocida,
hijo absurdo del hambre y la incultura.
Porque es tu casa la ancha calle oscura
y es tu calle una calle sin salida.

Porque llevas clavadas en tus manos
las cruces del desprecio y de la muerte.
¡Porque tú y el delito sois hermanos!

Porque jamás te sonrió la suerte,
ni la caricia azul de ojos humanos,
¡los Magos no podrán venir a verte!



III
EL SOÑADOR

¡Vendrán a ti! A ti que eres
camino puro, luz de alma virgen, poesía
que edifica prodigios de armonía
y amor de la sirena y el marino.

A ti que amas un mundo peregrino
hecho en notas de bella sinfonía.
¡Porque eres trovador de la alegría
y mensajero de un cordial destino!

Porque caminas sobre las estrellas,
porque es tu alma de fuego y de pasión,
porque amas el candor de las doncellas

y del niño su limpio corazón,
¡en tu puerta verás las claras huellas 
del cortejo ideal de la ilusión...!

jueves, 3 de enero de 2013


¿QUÉ LE DICE...

al Año Nuevo que empieza
el viejo año que se va?:
-No sé en qué razón está
la razón de tu majeza.
¿Que es riqueza la belleza
y la juventud? De acuerdo.
Mas yo -que en el fin me pierdo
de un tiempo en la lontananza-
sé que ayer fui... la esperanza.
Y que hoy soy...
                                    ¡el recuerdo!

    Después de un año largo sin escribir en este blog, hoy lo hago, con dos días de retraso, para poner esta décima que mi padre compuso hace muchísimos años y que cada Año Nuevo me viene a la cabeza todo el día, como una canción pegadiza.
    No es uno de sus poemas optimistas, ya lo sé, pero es muy suyo, y lo repetía él con especial cariño cuando venía al caso... una vez al año.
   Para todos los que paséis por aquí: ¡Feliz Año Nuevo! y el consuelo de que, si el 2013 no se porta todo lo bien que debería, mañana será también solo el recuerdo, y tendremos, de nuevo, la esperanza de que el próximo sea mejor.
  Y seguro, seguro que lo será.